Un web browser o navegador web es un programa o software que interpreta la información de los sitios web y archivos online para que puedan visualizarse. Desempeña un papel fundamental tanto para consultar información como para utilizar cualquiera de las aplicaciones web que componen el amplio espectro de servicios en Internet.
Se trata de la ventana a través de la cual miramos a la red de redes para consumir información. Pero también para realizar todo tipo de interacciones en internet relacionadas con la vida cotidiana. Desde comprar online o entretenernos jugando a un juego hasta contratar y consumir todo tipo de servicios.
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La funcionalidad principal de un navegador es permitir la visualización de documentos de texto que pueden incluir además otros recursos multimedia. Permite visitar distintas páginas web, interaccionar, enlazar, imprimir y enviar o recibir correos electrónicos, entre otras muchas actividades.
Los documentos que se muestran en un navegador se encuentran habitualmente en dispositivos y discos duros conectados en red a través de Internet. Cuentan con los recursos necesarios para transmitir documentos, como es el caso de los servidores web. Estos documentos se llaman páginas web y tienen hipervínculos que enlazan porciones del texto a otros documentos, archivos o imágenes relacionados.
Se conoce como navegación al hecho de seguir enlaces de una página a otra en un ordenador que está conectado a Internet. De esta denominación surge el nombre de navegador para definir al programa o aplicación que se utiliza.
Un navegador solicita al servidor del alojamiento web los recursos que escojan los usuarios y los muestra en una ventana. Normalmente, estos recursos suelen tener como origen de base, un documento HTML, aunque también pueden ser imágenes, archivos PDF o materiales de otro tipo.
Los usuarios especifican la ubicación de los recursos usando lo que se conoce como URI (Uniform Resource Identifier), que es el identificador uniforme del recurso. Puede ser una URL asociada a un nombre de dominio u otro tipo de cadena con una determinada ubicación.
En las especificaciones HTML y CSS determinan la forma en la que el navegador muestra e interpreta los archivos. Estas especificaciones se establecen a través del W3C (World Wide Web Consortium o W3C).
Existen muchos elementos comunes en las interfaces de usuario de los navegadores, como por ejemplo:
- Una barra de direcciones en las que insertar las URI.
- Botones para detener la carga y para volver a cargar un documento actual.
- Opciones de marcadores para guardar referencias a páginas.
- Botones de retroceso y avance.
- Un botón de inicio.
La interfaz de usuario de los navegadores no se incluye en ninguna especificación formal. Procede de la experiencia acumulada a lo largo del tiempo y de los elementos que los navegadores imitan unos de otros.
La especificación HTML5 en su última versión no define los elementos de la interfaz de usuario del navegador, pero sí muestra elementos comunes entre los que destacan la barra de direcciones, la de herramientas y la de estado.
Los componentes principales de un navegador son:
- Motor de búsqueda: se encarga de coordinar las acciones entre el motor de renderización y la interfaz.
- Interfaz de usuario: incluye el menú de marcadores, el botón de retroceso o avance y la barra de direcciones, entre otras cosas. Su objetivo es mostrar en la ventana principal la página que se ha solicitado para interactuar.
- Motor de renderización: muestra el contenido solicitado. Analiza el código HTML y CSS para organizar y pintar todos los elementos respondiendo a su estética.
- Almacenamiento de datos: en una capa de persistencia en la que se guardan todo tipo de datos como, por ejemplo, las cookies. La nueva especificación de HTML define el concepto de base de datos web.
- Servidor de la interfaz: presenta cuadros combinados, widgets básicos o ventanas gráficas. En un segundo plano, utiliza métodos de la interfaz de usuario del sistema operativo.
- Red: es responsable de las solicitudes HTTP. Su interfaz es independiente de la plataforma y puede realizar implementaciones en segundo plano.
- Intérprete de JavaScript: ejecuta y analiza el código JavaScript, necesario para añadir todo tipo de funcionalidades a las páginas web. Un ejemplo claro son los formularios y las ventanas emergentes.
Para cualquier navegador web es importante encajar y ser compatible con los sistemas y tecnologías más extendidas. Por ello existen variedad de navegadores para diferentes sistemas operativos de escritorio, como son Google Chrome, Mozilla Firefox, Microsoft Edge o Safari entre otros.
En el ámbito de los navegadores para dispositivos móviles predominan versiones equivalentes a los anteriores o nativas. Esto depende también de la corporación que desarrolla la iniciativa, como en el caso de Google Chrome para el sistema operativo Android.
También es algo primordial que el navegador, como cliente desde el punto de vista de las tecnologías de desarrollo web, pueda interpretar diferentes lenguajes de programación. Y en el caso de los que operan del lado del servidor con contenido dinámico, sea capaz de manejar lo que llega para mostrarlo.
La mayoría de navegadores web en su versión de escritorio ofrecen recursos adicionales tanto para el usuario avanzado como para el desarrollador web. Los básicos son para comprobar si la conexión a internet es segura, si la página que visitamos tiene un certificado de seguridad válido o para saber cuántas cookies usa y bloquearlas.
Con otros filtros podremos decidir si concedemos diferentes permisos. Entre ellos pueden estar el de detectar nuestra ubicación, permitir el acceso a la cámara y al micrófono, detectar la señal de sensores de movimiento, poder recibir notificaciones, interpretar código javascript o descargar las imágenes.
Incluyen además, módulos y componentes de gran utilidad en las etapas de diseño y desarrollo web. Ideales por ejemplo para ver, validar o depurar el marcado y el código de las páginas.
Gracias a estos recursos es posible inspeccionar elementos por separado, sus propiedades y estilos o los scripts que incorporan las páginas a través de una consola. También se puede ver la estructura del DOM, los archivos y servicios que se cargan, su orden y tiempos de carga, las cookies y hasta aspectos relacionados con la memoria.
Cualquier navegador web puede, por si fuera poco, ampliar sus funcionalidades gracias a nuevas extensiones que se acoplan a su núcleo principal. Las hay muy variadas para realizar todo tipo de requerimientos. Desde funcionalidades para mejorar la seguridad y evitar la publicidad hasta otras para convertir archivos o resaltar el marcado de etiquetas HTML por decir algunas.
Hay que entender los fundamentos del desarrollo web para darse cuenta de que merece la pena indagar en las posibilidades de ampliación del navegador que utilicemos. Siempre se pueden encontrar recursos que ayudarán a realizar tareas habituales de una manera más efectiva.
Conclusiones
Tener claro lo que es un navegador web y cómo funciona es importante para obtener mejor rendimiento de nuestras búsquedas. Así como para descubrir las posibilidades que tiene en otros ámbitos y aprovecharlas.
Aunque las funcionalidades más básicas son evidentes, los navegadores web esconden variedad de componentes y recursos que proporcionan otras ventajas y experiencias. Merece la pena considerar las herramientas para desarrolladores y la posibilidad de agregar nuevas funcionalidades.