Gracias al AB testing podemos hacer que nuestro target responda mejor a estímulos y experiencias de usuario personalizadas. No importa si se trata del servicio al cliente, las interacciones en un sitio web o el correo electrónico. Para que un negocio tenga éxito en una industria competitiva, debemos satisfacer sus expectativas.
Una de las mejores maneras de despertar el interés de los clientes y conocer su respuesta es hacer pruebas de AB Testing para mejorar la conversión de los productos o servicios.
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¿En qué consisten los Test AB?
Si en el embudo de conversión nunca recopilamos datos sobre lo que quieren nuestros clientes, ¿cómo sabremos cuál es la mejor manera de promocionar nuestros productos o servicios?. En este sentido, los experimentos A/B pueden revelar mucho sobre la intención de compra.
Lo primero es conocer al consumidor, por eso definir el buyer persona es importante. Tal vez prefiera un enfoque minimalista porque las representaciones visuales de nuestros productos o servicios funcionan mejor para captar su atención. O quizás tengamos clientes que se inclinen por el contenido escrito con especificaciones y detalles. Pues bien, un Test AB permite a una empresa enfocarse en lo que es más importante para quienes buscan sus productos en un mercado, a menudo competitivo.
Básicamente, supone la utilización de diferentes alternativas o diseños (A, B, C, D, etc.) para valorar el resultado de cada uno de ellos. Habrá que vigilar su repercusión y las métricas generadas para aplicar con efectividad técnicas de CRO (Conversion Rate Optimization) que mejoren la tasa de conversión.
¿Cómo utilizar los experimentos AB en nuestra estrategia?
En el marketing online, el AB Testing requiere probar dos enfoques o más, de manera conceptual. Cada uno puede tener un diseño diferente o un contenido diferente. Los anuncios, los cuerpos de los mensajes y las páginas de aterrizaje o landing pages juegan un papel importante en este asunto. A veces, un cambio de color en los elementos, la colocación de contenido, los botones o links pueden marcar la diferencia entre vender o no hacerlo. Estas son las fases más habituales para hacer AB testing con las garantías de obtener información y resultados satisfactorios:
- Tener una buena razón para probar.
- Crear una hipótesis sobre lo que esperamos.
- Calcular el tamaño de la muestra.
- Hacer los ajustes necesarios.
- Eliminar variables de confusión.
- Asegurar que todo funciona correctamente.
- Dirigir el tráfico a la página de aterrizaje.
- Analizar y optimizar.
Los cambios para mejorar la segmentación en campañas de email marketing también pueden suponer grandes beneficios. Cuando se dispone de un presupuesto ajustado y no se sabe realmente por dónde empezar, es una inversión inteligente con un gran potencial de retorno que requiere poca inversión.
Pruebas AB en curso
Normalmente, las empresas realizan más de una ronda de AB Testing a medida que cambian los productos, servicios, el plan de marketing o sus tecnologías. El hermano mayor es el test multivariante, en el que se contemplan desde el principio variedad de opciones.
Esto implica tomar decisiones, ya que los criterios de actualización de las pruebas influyen en el conjunto de las campañas. Y hay que tener en cuenta que lo que gustaba hace un par de años puede no gustar ahora.
Los diferentes tipos de test pueden incluir acciones en las redes sociales y en cualquier medio o canal publicitario. Creatividades, banners y otros reclamos o contenidos son susceptibles de recibir modificaciones.
Analizando los resultados del AB testing
En el ámbito de la analítica web, la captura de datos a través de una serie de pruebas produce información valiosa para poder categorizar de manera más efectiva a diferentes clientes. Los datos deben ser monitorizados y las acciones de marketing ajustadas durante la campaña.
Entre los aspectos a tener en cuenta en todos los tipos de pruebas destacan la tasa de rebote y el tiempo de permanencia del usuario en las páginas web a las que accede.
En el caso del marketing por correo electrónico los interfaces web van de la mano porque los mensajes tendrán una llamada a la acción que llevará al destinatario a una página concreta. Estudiar el número de aperturas, tiempos y horarios, elementos de diseño y contenido específico puede ayudar a mejorar todo en conjunto.