La inteligencia emocional es el concepto que aúna el conocimiento intuitivo de ti mismo y de los demás, junto a las conductas más apropiadas para dar respuesta a las distintas situaciones cotidianas.
Es evidente que las emociones forman parte de nosotros como algo inherente a la vida en sí misma. Te hacen sentir tanto tristeza, como alegría, e intervienen sobre lo que te gusta y lo que no. Te humanizan y te diferencian así de una máquina. Hay que reflexionar sobre qué es lo que hace que la audiencia le de a «Me gusta» en Facebook, te siga en Twitter o comparta tu contenido entre otro tipo de acciones.
Por supuesto, la elección de muchos productos se ve influenciada por esa parte emocional, y por el mensaje que la marca nos quiere transmitir. Muchos de estos mensajes que forman parte de una estrategia de marketing nos inspiran confianza y optimismo. Otros nos generan rechazo, por lo que solemos tachar inmediatamente esa marca de nuestra lista de la compra. Es en estos mecanismos en los que se basa el marketing emocional.
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Emociones básicas
¿Qué emociones se consideran las básicas?. Diversos estudios de genios como Darwin o Plutchik analizaron las emociones humanas como el motor de la sociedad, diferenciando un amplio abanico, que abarca todo tipo de sentimientos positivos y negativos. Desde la tristeza, el asco o el medio, hasta la alegría y la sorpresa.
¿Cuales son los beneficios del marketig emocional?. En muchas empresas, se ponen en marcha estrategias de neuromarketing que implican acciones y métodos para influir en las decisiones de compra. Acompañan al cliente durante todo el proceso de captación y ventas.
En el terreno empresarial se habla de inteligencia emocional en el ámbito laboral o social. Al fin y al cabo, no tiene sentido pasar por alto que las personas estamos cargadas de emociones. Las llevamos incorporadas también durante nuestras horas de trabajo y tiempo para el ocio. En este sentido se pretende mejorar las sensaciones de cada individuo, tratando de aumentar la cordialidad y fomentar el feedback.
De hecho, existen variedad de estudios que demuestran que gran parte de los problemas actuales en el entorno laboral y social proceden de la falta comprensión o el descuido de la parte emocional. Cuando se desarrolla una estrategia de comunicación, la mayoría de las veces, no nos esforzamos en captar y canalizar las necesidades y sentimientos ajenos.
Cuando hacemos una propuesta de marketing online alineada o no a otra campaña de marketing offline, podemos plantear una serie de objetivos que se ajusten a los perfiles que nos interesan. Y aunque la finalidad de toda campaña de publicidad siempre es aumentar las ventas de productos y servicios, no debemos olvidar que el reconocimiento de una marca o negocio va ligado a los componentes del marketing emocional y experiencial.
¿Qué necesita una marca para ser reconocida?
Un mensaje claro
Lo primero es un mensaje claro, que transmita de forma más o menos directa qué solución proponemos para un problema concreto. En una sociedad en la que la vida transcurre tan deprisa y con constantes impactos provenientes de la publicidad, los mensajes tienen que evocar las virtudes del producto o servicio y la transparencia.
No se puede andar con demasiados rodeos, porque el espectador pasará por alto otros aspectos significativos sin detenerse a analizarlos, a poner foco en lo realmente importante.
Un público objetivo bien definido
Quizás este es uno de los errores más comunes al realizar una campaña de marketing, el pretender abarcar todo el espectro social posible, sin tener en cuenta que cada grupo social piensa, percibe y actúa de una manera. Lo hace en base a sus sentimientos y emociones.
Y es que definir al público objetivo es muy importante. Desde un punto de vista generacional, tampoco es lo mismo idear el mensaje para los milenials que para padres de mediana edad. Ambas colectividades se encuentran en diferentes ciclos de la vida.
Adaptar los mensajes a los diferentes canales
Actualmente la publicidad tradicional (televisión, periódicos, radio) sigue siendo muy importante para las marcas. Sin embargo, el gran filón de los últimos años ha sido el auge del marketing digital para convencer y vender.
Al hablar del mundo digital podemos pensar en publicidad en las redes sociales, el email marketing o todas las estrategias de SEO y SEM que tratan de atraer al (ya no es espectador) usuario y partícipe con diferentes fines. Debes tener en cuenta que cada canal tiene sus peculiaridades, así que al igual que adaptas el mensaje al target, también lo haces al canal de comunicación en el que se propaga.
Tener empatía con los usuarios
Ya sabes que la empatía es una forma de comprender a las personas, de tener esa capacidad de ponerte en su lugar. Es una parte imprescindible de la inteligencia emocional.
Todo esto se debe reflejar en el inbound marketing, que siempre va de la mano de ingredientes o recetas emocionales. Algo que sugiere y pone en evidencia qué, dónde y cómo debes plantear tus mensajes.
Aplicar el marketing emocional
Aplicar estas recomendaciones que incluyen la parte más empática del marketing no es una tarea fácil. Debe formar parte de una estrategia de contenidos sólida y bien cimentada..
Tenemos que saber cubrir y satisfacer las necesidades emocionales para lograr crear un vínculo con el público. En este tipo de acciones, destacan marcas como Coca-Cola o Apple.
Como ejemplo, las campañas navideñas también utilizan recursos emocionales, con alusiones a la vuelta al hogar, la unión familiar y la felicidad o satisfacción que ello conlleva. Otro modelo anual que se ha convertido en patrón es el anuncio de la Lotería Nacional, transformándose en todo un acontecimiento nacional.
Debes tratar a la audiencia para que se quede contigo, convertirte en una lovemark y conseguir enamorar al público una y otra vez, de forma que este espere con interés tu próximo mensaje.
Esto se consigue haciendo viajar al usuario a través de una serie de experiencias y con los recursos que pone a tu disposición la inteligencia emocional. Aquí interviene el marketing de contenidos, creando mensajes efectivos para estrechar lazos con tus clientes potenciales, marketing emocional que remueve sentimientos y revive emociones.